Diferencia entre té e infusión. ¡In&Out Cooking aclara!

¿Será que el té y la infusión son sinónimos? ¿El té tiene cafeína? ¿Los tés/infusiones hechos con hojas sueltas son de mejor calidad? Si tiene estas y/u otras cuestiones, relacionadas con tés/infusiones, ¡llegó al lugar cierto! In&Out Cooking aclara todas sus dudas y le mostrará algunas ventajas en incluir estas bebidas en su rutina diaria.

Té

El té es el resultado de la adición, obligatoriamente, de hojas de la planta del té (Camellia sinensis - foto abajo) al agua hirviendo. El término “té” también se utiliza para las hojas de esta planta, ya procesadas. 

Sólo hay 4 tipos de té: negro, verde, Oolong y blanco. Todas las variantes conocidas parten siempre de estos 4 tipos y resultan de la adición de otras “hierbas” (ej.: té de limón). Sin embargo, un té, debe siempre contener hojas de la planta Camellia sinensis, de lo contrario, no es considerado té, sino infusión.

Todos los tés tienen cafeína (aunque en cantidades bajas) y la primera diferencia notable de cada uno es el sabor y el color. Lo que también contribuye para esto es la forma distinta como las hojas de la planta del té son procesadas y el tipo de contacto que estas tienen con el oxígeno, hasta convertirse en los 4 tipos de té mencionados.

Esta bebida es una de las más antiguas del mundo y, por tanto, su origen tiene muchas leyendas. La más común nos dice que, la primera taza de té se preparó en China (hace unos 5 mil años), accidentalmente, cuando una hoja de té cayó al agua hirviendo del Emperador Shen Nung, que, al saborear, se enamoró por el aroma.

Al contrario de lo que se pueda pensar, por la actual pasión de sus habitantes por el té, no fue el Reino Unido que trajo esta bebida aromática a Europa, ¡sino Portugal! Sin embargo, fue Holanda que vio potencial comercial en estas hojas, en la época preciosas, lo que las encareció mucho. Curiosamente, esta bebida solo llegó más tarde a los británicos, bajo influencia de la princesa portuguesa Doña Catarina de Bragança, casada con Don Carlos II de Inglaterra.

Infusión de hierbas

La infusión es un proceso que consiste en añadir agua hirviendo a hojas, flores, cortezas, semillas, frutos o tallos de plantas, lo que resulta en una bebida rica en sabor.

En la verdad, un té es una infusión, sin embargo, se utilizan hojas de una planta específica, como ya se ha explicado. Aparte de esta excepción, la bebida que resulta del uso de otras plantas, se llama comúnmente infusión de hierbas.

La infusión de hierbas no contiene cafeína y, en la multitud de posibilidades, podemos usar, por ejemplo, manzanilla, melisa, menta piperita, tila, hierba luisa, romero, tomillo, jazmín, jengibre, corteza de limón y naranja. Generalmente la “hierba” se seca antes de usarla en la infusión y, cada una, tiene propiedades diferentes. La manzanilla, por ejemplo, es muy utilizada por su acción relajante, entre otros beneficios para la salud.

Tanto los tés como las infusiones, deben disfrutarse sin azúcar, para poder sentir sus verdaderos sabores, así como, se deben utilizar hojas o hierbas a granel, al contrario de las típicas “bolsitas de té”. Estas bolsas, a primera vista pueden parecer más útiles y prácticas, sin embargo, normalmente, no son utilizados los productos de mejor calidad en su interior y pueden hacer que se pierda la mayoría de los aceites esenciales y del aroma del té/infusión.

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